El diagnóstico precoz de uveítis anterior en la infancia puede ser un auténtico reto en atención primaria. Las dificultades para explorar adecuadamente los ojos en niños pequeños, la inespecificidad de los síntomas y el solapamiento con cuadros banales como la conjuntivitis hacen que, en muchas ocasiones, se retrase la derivación y el tratamiento adecuados. Sin embargo, una herramienta accesible y en expansión como la ecografía puede cambiar ese escenario.
Un reciente artículo publicado en Anales de Pediatría (enero 2024) presenta el caso de un niño de 10 años con ojo rojo, dolor, fotofobia y epífora persistente durante tres semanas. Había sido tratado como una conjuntivitis sin respuesta. Gracias a una exploración ecográfica en la propia consulta, se detectó una ausencia del reflejo pupilar directo y consensual en el ojo afectado, lo que levantó la sospecha de uveítis anterior. El paciente fue derivado de urgencia a oftalmología, donde se confirmó el diagnóstico con lámpara de hendidura.
¿Qué aporta la ecografía ocular en este contexto?
Rapidez y accesibilidad: con una sonda lineal de alta frecuencia colocada sobre el párpado cerrado, se pueden obtener imágenes sagitales y transversales del globo ocular en segundos.
Exploración funcional y anatómica: en este caso, además de valorar la integridad ocular, fue posible comparar los reflejos pupilares entre ambos ojos usando luz dirigida al párpado.
Mejora del juicio clínico: ante un cuadro persistente y atípico, la ecografía sirvió como disparador para sospechar una patología menos frecuente y evitar una espera potencialmente perjudicial.

Este caso es un buen ejemplo de cómo la ecografía clínica puede ampliar las posibilidades diagnósticas en el primer nivel asistencial. No se trata de sustituir a la oftalmología, sino de complementar la valoración inicial, sobre todo cuando los recursos son limitados o el acceso a especialistas no es inmediato.
Con un poco de formación y acceso al equipo adecuado, muchos médicos de familia o pediatras podrían integrar esta técnica en su día a día. A veces, una imagen rápida puede cambiar el rumbo de una consulta, evitar tratamientos innecesarios y acelerar derivaciones que sí marcan la diferencia.
La ecografía, también en el ojo, tiene mucho que aportar. Solo hay que atreverse a explorar más allá de lo habitual.
🔗 Referencia del artículo:
Morán C., Huerta M., Esteso M. Diagnóstico ecográfico de uveítis anterior en atención primaria. An Pediatr (Barc). 2024. DOI: