Mi Línea de Tiempo

¿Quién soy?
Me llamo Alberto Romero Galán y soy médico especialista en Medicina de Familia y Comunitaria, además de un entusiasta de la ecografía clínica. Quizás os preguntéis qué es esta web, qué objetivo tengo con este contenido y de qué va todo esto. Para responder (un poco) a cualquier incógnita que os pueda surgir, he creado este pequeño rincón. Un rincón para que conozcáis un poco quién soy, qué he hecho en los últimos años, qué estoy haciendo actualmente y qué proyectos estoy desarrollando. En pocas palabras, y a modo resumen de lo que tenéis a continuación, mi gran objetivo a día de hoy es intentar compartir con todos los profesionales sanitarios que pueda la pasión que tengo por la ecografía clínica, para que así se animen a integrarla en su práctica diaria. Confío plenamente en que es el futuro de la medicina, tanto para el profesional como para el paciente. Nací en una pequeña ciudad andaluza: Huelva. Allí estudié hasta los 18 años de edad con el objetivo de conseguir la nota suficiente para entrar a estudiar el Grado en Medicina en la Universidad de Sevilla. Siempre acompañado de mis dos familias, la que se elige: mi infalible grupo de amigos incondicionales siempre presente desde los 3 años a los que también llamo hermanos. Y con la que naces, mis maravillosos padres y mis dos hermanos mayores, faro en cualquier día tormentoso y guías en cualquier decisión decisiva de mi vida. Especial mención a Lana, que me ha acompañado desde que empecé mi carrera como médico, y a día de hoy puedo afirmar que si más humanos fueran como ella, el mundo sería, sin ninguna duda, un lugar mucho mejor.

De sevillanas maneras
A los 18 me mudo a Sevilla, donde pude formarme durante 6 años realizando mis prácticas en el Hospital Universitario Virgen Macarena. Tras conseguir el título de graduado continué un año más en la capital del Guadalquivir preparándome el examen MIR con la academia AMIR, pudiendo finalmente elegir la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria.

Rumbo al norte
Tras mucha meditación decido elegir como destino para especializarme la ciudad dorada de Castilla y León, Salamanca. Quizá por su cultura, por su historia pero sobre todo porque ya iba sintiendo algo en mi siempre curioso e inquieto interior, que me pedía explorar y ver cómo era la medicina en un sitio tan diferente a mi Andalucía natal. Vivo y me formo durante 4 años en esta ciudad. Allí, como yo anhelaba, es donde descubro cosas de la medicina y de mí mismo que no esperaba: empatizar, observar, ser atento, escuchar, ser paciente, dedicación, enseñar y aprender cada día. Y en ese continuo aprendizaje es donde comienzo a descubrir la ecografía y sus aplicaciones tanto en atención primaria como en urgencias, aunque mayoritariamente de forma autodidacta

Nueva perspectiva, nuevos horizontes
Y es que, aunque la balanza sea positiva, también te vas dando cuenta de las carencias del sistema conforme vas adquiriendo experiencia, hablando con compañeros y dándote cuenta de lo castigada que puede llegar a estar esta profesión a priori tan vocacional. Tener que ver a un paciente en 8 minutos en tu consulta, trabajar 24 horas seguidas como mínimo 4 días del mes y con suerte poder descansar alguna hora por la noche, enfrentarte a ciertas situaciones para la que no estás todavía preparado y en muchas ocasiones sin una correcta supervisión. La vocación va desapareciendo poco a poco cuando aparece la desmotivación, haciendo que te replantees tu camino profesional para no perder esa pasión por la medicina. Todo ello me lleva a explorar otras posibilidades laborales como la sanidad privada y sistemas sanitarios de otros países. Termino decidiéndome por continuar mi andadura en Irlanda

Emprendiendo
A finales de 2022 empiezo a sopesar mudarme y emprender este camino personal y profesional en el extranjero. (donde no había estado nunca, sólo sabia algo de oídas, películas…) Las ganas de mantenerme activo y de no perder la motivación por la medicina hacen que me embarque en un ferry desde el puerto de Bilbao para empezar esta aventura en febrero de 2023. Sin duda, fue todo un acierto: nuevas opciones laborales, emprendimiento, libertad, idioma, experiencias… Irlanda me da lo que más puedo valorar en ese momento, que es tiempo y libertad para poder seguir formándome en aquello que casi dejo atrás: la ecografía. Retomo la formación reglada haciendo cursos presenciales y prácticos, sobre todo con la SEMG (Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia), donde termino formando parte del grupo de trabajo de ecografía a finales de 2023. Consigo organizarme y busco contactos para poder rotar con otros compañeros profesionales y expertos en la ecografía. Especial mención a José Carlos Sánchez Sánchez, médico radiólogo y jefe de servicio de Radiología en el Hospital El Poniente en El Ejido, pues sin él no estaría donde estoy hoy. Esto me permite conocer a gente que formó parte del origen de la ecografía clínica en España, además de las dificultades que han tenido para poder poner en valor el uso de esta herramienta por parte de los médicos de familia y transmitir confianza al resto del gremio médico. Escuchar sus vivencias es lo que hace que, a día de hoy, quiera mantener esa antorcha encendida y coger el relevo para poder seguir enseñando a otros igual que me enseñaron a mí.